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En las barracas de Entre Ríos he observado, entre los montones de cueros de este animal, algunos albinos y otros casi albinos ó isabelinos.

De la misma fuente de que saqué los datos sobre la exportación de cueros de carpincho, tomo los siguientes, referentes á la exportacion de cueros de nutria, cuyos números consignan la cantidad de kilos, porque así se venden, que pesaron las pieles de estos roedores, durante esos mismos cuatro años:

Años Kilos de cueros de nutria
1886............ 33.512
1887............ 25.564
1888............ 20.130
1889............ 4.371


que arrojan un total de (83.577) ochenta y tres mil quinientos setenta y siete kilos de cueros de nutria, que corresponden á tres cueros por kilo, dan (250.731) doscientas cincuenta mil setecientas treinta y una nutrias muertas en cuatro años, fuera de las demás que no han pasado por las tabladas, en las mismas condiciones que los cueros de los carpinchos.

Por estas cifras, también se vé muy claramente la notable disminucion rápida de estos roedores, y ello se debe á la verdadera devastacion que se hace de estos animales.

Yo he visto repetidas veces, en las barracas, cantidades enormes de cueros de nutrias pequeñas que no alcanzaban á la tercera parte del tamaño de las pieles adultas.

El nutriero no tiene época fija: todo el año para él es bueno para cazar nutrias y mata todo lo que encuentra: grande, chico, hembras preñadas, ó con cría, la gran cuestion para él es juntar muchas libras de cuero para vender, lo que es monstruoso, salvaje y estúpido, puesto que su codicia desmedida y amparada por la negligencia de las autoridades y la falta de leyes especiales, y que si las hay no se hacen cumplir, traerá como consecuencia lógica la pronta extincióon de una fuente de riqueza nacional, importantísima, que representa sumas considerables.