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biera reputado una asquerosidad el comer vizcacha; pero los campos se poblaron más, luego se alambraron, despues se economizó la carne, la hacienda tuvo más salida, la colonizacion los fué invadiendo poco á poco, y el pobrerio se encontró un dia sin tener qué comer.

Entonces el estanciero les dió un fusil ó una pala y fueron á matar vizcachas, y como vieron que los colonos extranjeros, comprendiendo que estos animales son tan buenos como los conejos, cuando son jóvenes, y por lo tanto, se los comian, haciendo una gran economia de carne vacuna, al mismo tiempo que limpiaban sus campos, los criollos hicieron lo mismo, y hoy dia muchísimas personas pasan gran parte del año comiendo vizcachas y hasta vizcachones.

Este es el mejor medio de destruirlas. En las colonias de Santa Fé y Entre Ríos, la Vizcacha ha desaparecido y no sólo destruidas sino cazadas especialmente para comerlas.

Durante mucho tiempo no se supo dar aplicacion al cuero de estos animales, lo que retardaba su destruccion; pero un industrial de la Victoria, el Sr. Musté, llegó á poder curtirlos, y en la Exposicion de Entre Ríos, que tuvo lugar en la ciudad del Paraná, el año 1887, presentó muestras muy interesantes de calzados, gueltras para tropa, y otros objetos hechos con cueros de vizcacha curtidos.


IV.—Sobre las Nutrias (Myopotamus Coypu, Cuv) y Carpinchos (Hydrochoerus Capybara, Erxl.)


Su caza y destruccion en Entre Ríos—En el mes de Enero de 1887, durante una excursion bastante larga que practicamos unos cuantos amigos en las Islas del Departamento de Victoria, á fin de recoger datos sobre los paraderos Minuanes, acompañamos varias veces á los nutrieros ó carpincheros (individuos que se ocupan en cazar estos animales) en sus correrias devastadoras.

Casi siempre de noche se daban los golpes; y no dejaba de ser exquisito el deslizarse en canoa por entre aquellos riachos innumerables, haciendo el menor ruido posible con la pala á popa y adelantando poco á poco, mientras uno de los cazadores, provisto de una linterna sorda, escudriñaba la