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restos que de uno y otro género me son ahora conocidos confirman completamente mi primera opinion. Esos restos me permiten ahora determinar, con certeza, cómo se ha producido la evolución que dotó á la Macrauchenia de los caracteres tan singulares que la distinguen. Las órbitas de Macrauchenia se cerraron atrás por el desarrollo pro­gresivo de una fuerte apófisis postorbitaria descendente que se prolongó hácia abajo hasta ponerse en contacto y luego soldarse con la parte zigomática del temporal. La coloca­cion hacia atrás en Macrauchenia de la fosa nasal anterior, se ha producido por una atrofia gradual de los nasales; á medida que se efectuaba esta atrofia avanzaba hacia atrás el borde posterior de la abertura nasal. Los intermaxilares ya se ha visto que en Theosodon estaban completamente separados el uno del otro por una hendidura longitudinal que se prolongaba del borde anterior de la abertura nasal hasta el borde alveolar de los incisivos; una vez los nasales atrofiados, la parte anterior de esa abertura nasal larga y angosta ya no tenía objeto ni uso especial, y empezó á enan­gostarse poco á poco hasta que los premaxilares y maxila­res se pusieron en contacto y concluyeron por soldarse el uno al otro, y al vomer, que, en forma de lámina, se había elevado hacia arriba hasta intercalarse entre ambos pre­maxilares y maxilares.

Así es como se formó ese rostro tan singular de Macrau­chenia, que, en forma de techo convexo contínuo, se ex­tiende de la parte anterior del borde incisivo del interma­xilar hasta el borde anterior de la abertura nasal anterior, con una extension equivalente á casi la mitad de la longitud total del cráneo.