Página:Revista del Jardín Zoológico de Buenos Ayres (Tomo I. Entrega I, pp. 1-32).pdf/22

Esta página ha sido validada
— 22 —

En la mandíbula inferior, los cuatro premolares aumen­tan gradualmente de tamaño, del primero al último: los tres molares verdaderos son de tamaño casi igual. El surco per­pendicular externo que divide las muelas inferiores en dos lóbulos, empieza á mostrarse en el se encuentra perfec­tamente desarrollado en el ; este último diente es de ló­bulo externo anterior notablemente mayor que el posterior.

Los tres molares verdaderos son, al contrario, de lóbulo anterior externo un poco mas pequeño que el posterior.

Cada uno de los tres verdaderos molares inferiores del Theosodon muestra cuatro cúspides internas, todas bien de­sarrolladas; es sabido que los mismos dientes de Macrau­chenia sólo tienen tres cúspides internas. La cúspide acce­soria, muy desarrollada, se destaca del fondo de la cavidad interna posterior, dirigiéndose hácia adentro y hácia atrás. El reborde basal de esmalte es, generalmente, poco acentua­do, tanto al lado interno como al externo. La disposicion de la série dentaria es bastante parecida á la del género Scalabrinitherium.

Los seis incisivos no están colocados en la parte anterior del cráneo formando un arco de círculo como en el género Macrauchenia, sino más á los lados, más en direccion del eje de la série dentaria, acercándose á Scalabrinitherium, si bien á este respecto existen diferencias según las espe­cies; sin embargo, por lo que concierne á la mandíbula su­perior, sólo el par de incisivos internos () se encuentra colocado completamente adelante, con su eje mayor en di­reccion transversal. Las séries dentarias divergen hácia atrás, á partir del hasta la última muela, y hácia adelan­te á partir del hasta el , convergiendo luego hácia ade­lante desde el hasta el . El paladar se ensancha ade­lante y atrás, encontrándose su parte mas angosta al nivel del último premolar.


Cráneo—El cráneo se distingue inmediatamente por su forma angosta y prolongada; el Theosodon es quizás el ungulado de cráneo más angosto y relativamente más prolon­gado que hasta ahora se conoce. Los parietales son suma­mente hundidos, y la cavidad cerebral, de consiguiente, excesivamente pequeña. Los arcos zigomáticos son poco