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Á una nube

¿Eres algun espíritu, que el suelo
Por morada más santa abandonó?
¿Eres un ángel que se vuelve al cielo,
Cubierto el rostro porque el mundo vió?

¿Eres sueño de un alma enamorada?
¿De un genio fugitiva inspiracion?
¿La primera sonrisa de una amada?
¿El último dolor de un corazon?

¿Eres quizá ventura que se aleja,
Bien que se pierde, dicha que se vá:
El eco de un suspiro ó de una queja.
Un lamento, una lágrima quizá?

Si eres iris de paz y de bonanza,
Detente joh blanca nube! sobre mí,
Vierte sobre mi frente la esperanza,
Vuélveme el bien que ¡ay misero! perdí.

Y si eres de la muerte precursora,
Tambien tu vuelo sobre mí deten:
La muerte es del espíritu la aurora:
Parta tu rayo mi abrasada sien.

Mas ¡ay! que eres tan solo niebla vana.
Y en humo, en nada, al fin te desharás;
Gloria, poder, riqueza, dicha humana,
Nubes y sombra son, humo no más.

Julio 1867.

F. Escudero y Perosso.