sas catástrofes, si es que la Providencia no se apiada de las naciones europeas.
II.
Que la cuestion de la vagancia es una cuestion eminentemente social, se advierte tan pronto como uno se da cuenta de un fenómeno importante no interrumpido así en el tiempo como en el espacio. Este fenómeno es, que lo mismo en la abigarrada legislacion antigua que en la artística codificacion moderna, los delitos de la vagancia y el de la mendicidad válida y voluntaria, andan ó revueltos y confusos, ó unidos por natural y estrecho vínculo. Lo mismo por la antigua que por la moderna disciplina de la Iglesia; lo mismo desde que S. Pablo dijo: el que no quiera trabajar, que no coma, que desde que la ley de Partida copiando la Novela 80 de Justiniano estableció que « los pobres valdíos fuesen echados de la tierra, á no ser que sean tan cuitados que estén para morir de fambre, en cuyo caso deben facerles algo magüer sean malos;»» desde entonces hasta ahora, y mucho más ahora que entonces, la cuestion de la vagancia y de la mendicidad son dos cuestiones que marchan paralelas, son mejor dicho, dos aspectos de una misma cuestion, de la cuestion del pauperismo ó pobrismo, como le llamaban algunos de nuestros antiguos escritores, son la cuestion de la organizacion y del derecho al trabajo y á la asistencia pública.
Esta cuestion no está muerta ni siquiera dormida; por el contrario desde que se ha sometido á procedimientos científicos, desde que se ha escrito un libro que tiene por título Filosofía de la miseria, esta cuestion ha salido de los dominios del instinto para entrar en los de la alta especulacion racional, despues de haber atravesado las regiones de la utopia. Fije un momento el Sr. Ministro de Gracia y Justicia su mirada sobre las actas y debates de las sesiones de los congresos de obreros; medite las doctrinas que allí se vierten y profesan, y verá que ese cuarto estado como ellos se llaman, prohijando las célebres fórmulas que el abate Sieyes aplicó al tercero, aspira al aniquilamiento de la bourgeoisie, como esta procuró el de la aristocracia, y como la aristocracia despues de haber sido reducida á la impotencia por la monarquía absoluta, habia conspirado con ella para quitar su predominio al clero.
En Alemania es donde hay que estudiar las proporciones que va