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BOLETIN BIBLIOGRÁFICO.

El cuento de la Sra. de Murguía es menos extraño, á pesar de que extraño se llama; hay en él acaso menos vigor de fantasía; pero en cambio parece obra de un entendimiento sano y de un juicio recto, y no se vé en él, como en los de Hoffmann y en los de Poe, que el delirio de la fiebre ó de la embriaguez ha entrado por mucho en la inspiración del poeta.

No es el cuento de la Sra. de Murguía de un fantástico que podemos llamar psicológico, como algunos de Mérimée. No puede considerarse lo fantástico de este asunto como un fenómeno interno, profundo, poderoso de un alma, que, en virtud de esa profundidad y de ese poder, se esterioñza, digámoslo así, y se objetiva. Lo fantástico de El Caballero de las botas azules, es objetivo por sí, y tanto que, dentro del mundo completamente real en que el poeta le coloca. El Caballero de las botas azules no puede ser más que una alegoría, aunque el poeta no la descifre ni la aclare. ¿Quién es el Caballero de las botas azules? Es una personificación de la poesía, de la moral, del sentimiento de lo honesto y de lo justo, de la sátira? No lo sabemos. Pero esta misma vaguedad y esta ignorancia y duda en que nos deja el autor, hacen el principal hechizo de la obra. Si El Caballero de las botas azules fuera clara y terminantemente la personificación de una virtud, de una calidad, de una idea, el cuento sería frio y poco interesante. Su protagonista, que tal como está representado tiene cierta consistencia y cierta personalidad distinta, vendría á reducirse á nada, á una nueva figura de retórica. Lo singular es que el interés del cuento está en saber quién sea El Caballero de las botas azules. Todo Madrid, en la ficción de la novela, se muere de curiosidad por saber quién es ó qué es, y qué son sus botas; y los lectores del cuento se sienten atacados del mismo mal y deseosos de saber quién sea el tal caballero.

Los lances y aventuras del cuento son bastante ingeniosos, y algunos personajes están magistralmente trazados, como el del egoísta perezoso, el de Doña Dorotea y el de la inocente y sensible Mariquita. En varias escenas de la vida cortesana hay cierta inexperiencia propia de una persona que ha hecho vida muy diferente.

Los diálogos son muy animados, naturales y discretos. El lenguaje fácil, claro y castizo, salvo algunos galicismos que sin esfuerzo hubieran podido quitarse.

En suma, el cuento extraño se lee con gusto, que es lo que más importa, y lo que más habla en su favor, y nos dá á conocer que su autora, si cumple lo que promete en su primera producción de esta clase, podrá ser una excelente novelista.


LIBROS EXTRANJEROS.


Historia de Portugal nos seculos XVII y XVIII, por Luiz Augusto Rebello da Silva, socio efettivo da Academia Real das Sciencias. Lisboa. Imprenta Nacional. Aunque esta obra empezó á publicarse en 1860, como todavía no