LA TRAGONA 1
los artiguistas, ella siguió encarnizada la persczu: ción á través del monte, «donde quedaron girones de su pollera, volviendo al terreno de la acrión de los últimos, con un fusil arrancado personalmente Á un enemigo y que entregó orgullosa á su jefe to- mo trofeo de guerra y enseña de su valor.
Para esto le venido!—dijo enseruida con al. tanería á los soldados que la aplandían y victorea- En,
Trasivitido el hecho par el Coronel Lorenzo al frobernador intendente de Entre Ríos, éste, en su parte al Supremo Director del Estado, recomendó especialmente 4 Juana Montenegro, y el Gobierno «del señor Posadas haciendo justivia al mérito pre- mió á la oscura heroina perpetuando su mombre en un decreto, y “mandando que dicha Juana Monte-
- negro pase revista en cl expresado Regimiento
- de dragones desde el día del ataque y que se le
- abone por toda la vida el haber de soldado, dán-
'* dosele especialmente las gracias por su valor he- “rbica ”, :
Desde entonces esta valerosa mujer perdió en el Regimiento su nombre y apellido para ser sencilla- mente la dragona.