LA GENERALA 155
zos se abalanzaron á ella para arrancárselo de la 21 mismo tienpo que un alarido de entusias- mo aplaudía aquel rasgo sublime y único en Jos anales d independencia.
Con las primeras luces de ln mañana el desalien- to huyó como los negros fantasmas de la noche, Las mujeres se armaron de machete y de garrotes y sa- hieron á pelear con el enemigo,
Casi indos los insurgentes murieron, pero nin- guno rindió!!
Xo satisfecha la heroina, á quien llamaron desde untances Le Gencrela, por tan grandiosa acción, al. gún tiempo después, cuando eontempló ensangren- sado el cadáver de uno de sus deudos que osesina- alo por los realistas había sido llevado ú presencia del gran Morelos, y cuando éste intentaba consolar- la manifestándole que por la patria ¿un mayores sacrificios debían hacerse, Doña Antonia Nava con vez entera y abognado su dolor diriwió 4 Morelos estas sencillas pero elocuentisimas pulibras:
—XNo vengo á llorar, no vengo á lamentar la muerte de este hombre: sé que cumplió con su de- ber, Vengo á traer enatro hijos: tres pueden ser vomo soldados, y otro que está chico será tambor v reemplazará al muerto,
¿Qué otra cosa hizo Cornelia la madre de dos Gracos?...
mane,