LA MARTIR SOCORRANÁ
Calicute aun el cadáver de la inmortal Salava- rricta, una nueva víctima sube al endalso, inriola- da por los reulistas, á cnusa de sus sentimientos patriíticos y genercsos Bo desmentidos mi sun Cn el instanze supremo de su infeme ejecución.
No dudamos que la historin de Antonia Santos, la mártir socorrana, será leida con gusto á la vez «ue con ima, por sn fía prematuro y trágico
Admirzdora de Jas grandes acciones, Antonia desde sus primeros años consagró especie de culto á los mártires gradadiocs y se propuso imitarlos. La época la favoreció en su empresa,
Corrían entonces aquellos días gloriosos y te- rribles en que peleaba sola la América española contra los representantes de Fernando VII, en que se luchaba con valor y se moría con diguidad,
Antonia Sautos era el ángel protector de aque- Mos valientes granadinos, que en guerrillas forma- «las en los pueblos de Charalá, Coromoro y Casa- nare, sostenían eu 1817 la causa de la indepeaden- cia, Ella, eon una abnegación sin límites, vendió
