8o RESEÑAS Y CRÍTICAS
De ahí que los cursos universitarios europeos, me refiero especialmente á los de Berlín y París, que son los que he podido conocer, sean una verdadera enseñanza en toda la acepción de la palabra, en que al estudiante se le inicia en todos los problemas del saber humano, guiándolo de tal modo, que pueda formarse una propia convicción. Prescindo por ahora de discutir el método de enseñanza, aunque prefiero mil veces el de los profesores alemanes que dictan ó leen sus apuntes, por manera que sus conferencias son pesadas, secas, pero nutridas de hechos y de observaciones propias y perfectamente científicas ; mientras que los profesores franceses, salvo raras excepciones, son oradores elocuentes, expositores hábiles, de palabra fácil y clara, por cuya razón el menos preparado comprende la materia en su conjunto y en sus detalles, y la abarca de un golpe de vista, pero el fondo se sacrifica así frecuentemente á la retórica, y en definitiva sólo se obtiene una exposición generalizadora.
En nuestros cursos ni una ni otra cosa se vé. He empleado la palabra cursos, y he debido decir clases. La enseñanza está sujeta á textos, seguidos demasiado servilmente, y se contenta con lo estrictamente indispensable para responder á las preguntas del programa, según cuyas bolillas el profesor toma la lección