cios y disertaciones generales de que abunda la obra
inmortal de Troplong, y si causas políticas han llegado hasta decir de esta obra: "tenemos ahora la
novela del derecho”, aquel que haya consultado al
eminente jurisconsulto sabrá darle el mérito que en
realidad le corresponde.
Merlin ha dicho con razón : “'la ciencia del Dere- cho consiste tanto en la refutación de los falsos principios, cuanto en el conocimiento de los verdaderos”; de ahí que Marcadé y Pont empleen con frecuencia un tono agresivo en la controversia, é inscriban con original satisfacción: error de Delvincourt, de Duranon, etc., pero esto no impide reconocer la excelencia del consejo de Merlin : — la obra de Marcadé y Pont goza, en efecto, de grande influencia debido tanto al valor intrínseco y á la solidez de sus principios, cuanto á la forma feliz de la exposición, al giro acerado de la argumentación y á las cualidades del estilo [1]. El doctor Obarrio sigue la máxima de Merlin sólo á medias: expone más bien que discute las opiniones contrarias.
El doctor Obarrio ha preferido ceñirse propia mente al Código en la aplicación de su método, lo que obliga á frecuentes repeticiones, y á desar—
- ↑ Véase Bibliographir raisonnée du Droit Civil, por E. Dramard.