Página:Reseñas y Críticas Ernesto Quesada.djvu/329

Esta página no ha sido corregida
319
UNA NOVELA ARGENTINA



duda”. Sin duda, pronto "comenzó la dura tarea de cortejar hermosas, que en unos es un móvil, en otros una distracción y en muchos un oficio; ese diario espionaje, condimentado con posturas sentimentales, miradas de través, suspiros de pesadumbre, saludos de inteligencia y sonrisas de esperanza, duelo ga- lante de dos almas que las conveniencias alejan y la simpatía aproxima y estrecha; trotó calles y plazas, quedó de facción en las esquinas y pasó bajo sus bal- cones, mirando estúpidamente á las estrellas”. En semejante estado de espíritu no es extraño que per- diera un poco su ponderado buen criterio, — pues de este no parece quedarle nada, ni de bueno ni de malo — y se empeña en adorar y perseguir á Lucía, exigiendo de ella explicaciones en la ciudad y en el campo, por doquier la encuentra, hasta donde la más caprichosa de las casualidades los lleva, como en la isla!

El autor mismo se asombra un poco de este su hé- roe que procede- tan singularmente, él, tan serio, tan meticuloso, envuelto en una atmósfera de gra- vedad, de hablar reposado, de genio sombrío”. De ahí que, á renglón seguido,'ante semejante conducta, exclame el novelista : "¿es, pues, necesario, indis- pensable en la vida, pagar tributo al amor?”. Par-

diez! y no á tontas y locas pintó la antigua poesía al