Página:Reseñas y Críticas Ernesto Quesada.djvu/314

Esta página no ha sido corregida
304
RESEÑAS Y CRÍTICAS


avanzar las horas que les anuncian tormentos de nueva especie, no menos horribles que los otros.

Ni el dandysmo es posible... como que la elegancia y el calor son cosas que andan reñidas. ¿Quién puede aspirar á la corrección del dandy ó la frescura de la toilette, cuando el calor, obligándolo á sudar á mares, para emplear la expresión consagrada, des- hace los pliegues más artísticos, y le hace maldecir mil veces á Febo?

Cuando más, caida la tarde, se ven en los cafés 6 en los jardines públicos, paseantes desembarazados, con la corbata apenas anudada, la mirada un tanto voluptuosa, los labios embriagados por el perfume del sempiterno cigarro, y que, echados cómodamen- te en alguna silla, afectan dilatarse como si aspiraran las brisas eternamente suaves del país de los poetas.

Las familias un tanto acomodadas abandonan la ciudad para inundar los pueblecillos de campo, llenar las quintas ó fastidiarse en las estancias. Van de la ciudad huyendo del calor, de la tierra, de la falta de aire y de la etiqueta citadina ; — y en los pueblitos de campo— edificados al estilo de la ciudad, con calles tiradas á cordel y casas sabre la calle misma, pegadas unas al lado de otras, —se ven contínuamen- te envueltos en nubes de polvo, peor todavía que el de Buenos Aires, 2e visten con arreglo á la misma