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RESEÑAS Y CRÍTICAS

carácter debería justificarlo, implantando las habitudes que fueran convenientes. Apenas si de tiempo en tiempo se dán comidas, como son tan frecuentes en otras partes. Durante la temporada lírica en Colon, sólo excepcionalmente se visitan en los palcos, no recibiendo tampoco en sus casas. No conocen entre nosotros ni el distinguido té de las 5 de la tarde, ni la elegante tertulia después del teatro.

Nuestras niñas, sin haber tomado esa adorable libertad de la señorita inglesa de alto tono, tienen los inconvenientes de la joven francesa de educación conventual, conservando un recato y una frialdad extraordinarios, hasta pasado cierto tiempo. Hay en esto demasiada convención.

En otras partes de la ciudad, los que frecuentan las amables tertulias del barrio de la Concepción, pueden notar el abandono, la alegría, la felicidad que en semejantes reuniones reinan. Y no quiere esto decir que considere á unas mejor que á otras, sino que esta es observación oída á más de un extranjero, de esos privilegiados á quienes es permitido visitar cuantas veces quieran en una casa, sin que le atribuyan novia por el hecho de tocar al llamador!

En resumen, Buenos Aires no es una ciudad de diversiones, ni una gran ciudad. Es una ciudad de mucha extensión, pero con todos los defectos de