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¿Cómo afrontar
una ruptura?

Generalmente ocurre algo que te hace saber que ya no puedes más con esa relación, por lo tanto, tomas la decisión de terminarla de forma «definitiva». Lo ponemos entre comillas porque no siempre se logra erradicar una relación tan rápidamente.

Una vez que termina una relación (y no nos referimos solo a aquellas en las que ha habido violencia, sino cualquier tipo de la relación) podemos pasarlo mal –a veces muy mal– y lo pueden pasar igual de mal tanto quien toma la decisión como a quien se la comunican. A veces, se hace difícil mantener la decisión tomada. Quizás no has tenido contacto directo con el otro/a, pero sí indirecto como, por ejemplo, a través de preguntarles a amigos o amigas en común, hablarles a familiares para obtener información o revisar sus redes sociales. Quizás en más de una oportunidad estuviste a punto de hablarle o de plano lo hiciste, porque puede que sientas que esta separación se vuelve intolerable.

Incluso puede que vuelvan a estar juntos una vez más, pero es muy probable que después de un tiempo nuevamente terminen, porque uno de los dos o ambos se den cuenta de que nada ha cambiado en realidad. Seguramente pases por algún periodo donde repitas estas etapas de «terminar, recaer y volver», pero, como te hemos mencionado a lo largo de toda esta guía, si ves que todo se torna muy complejo y sientes que no puedes salir, siempre tienes la opción de pedir ayuda.

Cuando llega el momento en que, entre tantas idas y vueltas, te das cuentas de que sin volver realmente te sientes mejor y que es normal extrañar a tu ex –aunque el daño que se causaron es mayor– no es fácil mantenerse firme, pero tampoco es imposible. Una buena red de apoyo podría facilitarte este difícil proceso. Porque, ¡ojo! No se sufre por amor, se sufre por desamor, que es la «falta de amor o amistad». Y, por supuesto, recuerda que siempre puedes pedir ayuda si sientes que algo no anda bien, todos y todas sufrimos y, contrario a

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