vnos con otros. No ay entre ellos señor. Todos los que son de vn linaje andan juntos. Habitan en ella dos maneras de lenguas: a los vnos llaman de Capoques, y a los otros de Han; tienen por costumbre quando se conoscen y de tiempo a tiempo se veen, primero que se hablen estar media hora llorando, y acabado esto aquel que es visitado se leuanta primero y da al otro todo quanto possee, y el otro lo rescibe y de ay a vn poco se va con ello y aun algunas vezes despues de rescebido se van sin que hablen palabra. Otras estrañas costumbres tienen; mas yo he contado las mas principales y mas señaladas, por passar adelante y contar lo que mas nos suscedio.
Despues que Dorantes y Castillo boluieron a la ysla recogieron consigo todos los christianos, que estauan algo esparzidos, y hallaronse por todos catorze. Yo, como he dicho, estaua en la otra parte en tierra firme, donde mis indios me auian lleuado y donde me auia dado tan gran enfermedad, que ya que alguna otra cosa me diera esperança de vida, aquella bastaua para del todo quitarmela. Y como los christianos esto supieron dieron a vn indio la manta de martas que del cacique auiamos to-