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CAPITULO QUINZE
DE LO QUE NOS ACAESCIO EN LA VILLA DE MALHADO


En aquella ysla que he contado nos quisieron hazer fisicos, sin examinarnos ni pedirnos los titulos, porque ellos curan las enfermedades soplando al enfermo y con aquel soplo y las manos echan dél la enfermedad, y mandaronnos que hiziessemos lo mismo y siruiessemos en algo; nosotros nos reyamos dello, diziendo que era burla y que no sabiamos curar, y por esto nos quitauan la comida hasta que hiziessemos lo que nos dezian. Y viendo nuestra porfia, vn indio me dixo a mi que yo no sabia lo que dezia en dezir que no aprouecharia nada aquello que el sabia, ca las piedras y otras cosas que se crian por los campos tienen virtud, y que el con vna piedra caliente, trayendola por el estomago, sanaua y quitaua el dolor, y que nosotros, que eramos hombres, cierto era que teniamos mayor virtud y poder. En fin nos vimos en tanta necessidad que lo ouimos de hazer sin temer que nadie nos lleuasse por ello la pena. La manera que ellos tienen en curarse es esta: que en viendose enfermos llaman vn medico y despues de curado no solo le dan todo lo que posseen, mas entre sus parientes buscan cosas para darle. Lo que el medico haze es dalle unas sajas adonde tiene el dolor, y chupanles alderredor dellas. Dan cauterios de fuego, que es cosa entre ellos tenida por muy prouechosa e yo