al Gouernador y a los officiales de Vuestra Magestad, y como les afeamos su proposito y les pusimos delante el tiempo en que desamparauan a su capitan, y los que estauan enfermos y sin poder, y apartarse, sobre todo, del seruicio de Vuestra Magestad, acordaron de quedar y que lo que fuesse de vno fuesse de todos, sin que ninguno desamparasse a otro. Visto esto por el Gouernador, los llamo a todos y a cada vno por si, pidiendo parescer de tan mala tierra, para poder salir della y buscar algun remedio, pues alli no lo auia, estando la tercia parte de la gente con gran enfermedad y cresciendo esto cada hora, que teniamos por cierto todos lo estaríamos assi, de donde no se podia seguir sino la muerte, que por ser en tal parte se nos hazia mas graue; y vistos estos y otros muchos inconuenientes, y tentados muchos remedios, acordamos en vno, harto dificil de poner en obra, que era hazer nauios en que nos fuessemos. A todos parescia impossible, porque nosotros no los sabiamos hazer, ni auia herramientas, ni hierro, ni fragua, ni estopa, ni pez, ni xarcias; fínalmente, ni cosa ninguna de tantas como son menester, ni quien supiesse nada para dar industria en ello, y sobre todo no auer que comer entre tanto que se hiziessen, y los que auian de trabajar, del arte que auiamos dicho. Y considerando todo esto acordamos de pensar en ello mas de espacio, y ceso la platica aquel dia y cada vno se fue encomendandolo a Dios nuestro Señor que lo encaminase por donde el fuesse mas seruido. Otro dia quiso Dios que vno de la compañia vino di-
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