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CAPITULO OCHO
COMO PARTIMOS DE AUTE


Otro dia siguiente partimos de Aute y caminamos todo el dia hasta llegar donde yo auia estado. Fue el camino en extremo trabajoso, porque ni los cauallos bastauan a lleuar los enfermos, ni sabiamos que remedio poner, porque cada dia adolescian, que fue cosa de muy gran lastima y dolor ver la necessidad y trabajo en que estauamos. Llegados que fuymos, visto el poco remedio que para yr adelante auia, porque no auia donde, ni aunque lo ouiera la gente pudiera passar adelante, por estar los mas enfermos y tales que pocos auia de quien se pudiesse auer algun prouecho. Dexo aqui de contar esto mas largo, porque cada vno puede pensar lo que se passaria en tierra tan estraña y tan mala y tan sin ningun remedio de ninguna cosa, ni para estar, ni para salir della; mas como el mas cierto remedio sea Dios nuestro Señor, y deste nunca desconfiamos, suscedio otra cosa que agrauaua mas que todo esto, que entre la gente de cauallo se començo la mayor parte dellos a yr secretamente, pensando hallar ellos por si remedio y desamparar al Gouernador y a los enfermos, los quales estauan sin algunas fuerças y poder. Mas como entre ellos auia muchos hijosdalgo y hombres de buena suerte, no quisieron que esto passasse sin dar parte