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testigo que a su diligencia, y aun esta queda a las vezes tan encubierta que no puede boluer por si. De mi puedo dezir que en la jornada que por mandado de Vuestra Magestad hize de Tierra Firme, bien pensé que mis obras y seruicios fueran tan claros y manifiestos como fueron los de mis antepassados, y que no tuuiera yo necessidad de hablar para ser contado entre los que con entera fe y gran cuydado administran y tratan los cargos de Vuestra Magestad y les haze merced. Mas como ni mi consejo, ni diligencia, aprouecharon para que aquello a que eramos ydos fuesse ganado conforme al seruicio de Vuestra Magestad, y por nuestros peccados permitiesse Dios que de quantas armadas a aquellas tierras han ydo ninguna se viesse en tan grandes peligros, ni tuuiesse tan miserable y desastrado fin, no me quedó lugar para hazer mas seruicio deste, que es traer a Vuestra Magestad relacion de lo que en diez años que por muchas y muy estrañas tierras que anduue perdido y en cueros, pudiesse saber y ver, ansi en el sitio de las tierras y prouincias y distancias dellas como en los mantenimientos y animales que en ellas se crian y las diuersas costumbres de muchas y muy barbaras naciones con quien conuersé y viui, y todas las otras particularidades que pude alcançar y conoscer, que dello en alguna manera Vuestra Magestad será seruido, porque aunque la esperança que de salir de entre ellos tuue siempre fue muy poca, el cuydado y diligencia siempre fue muy grande de tener particular memoria de todo, para que si en algun tiempo Dios nuestro Se-