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tenían jurado, y hazian esto en parte donde sin- tiesse el gouernador/lo que hazian y hablauan, y los secutores desto eran Garci Vanegas y An- drés Hernández el romo y otros. Sobre la prisión del g'ouernador, demás de los alborotos y escán- dalos que auia entre la gente, auia muchas passio- nes y pendencias por los vandos que entre ellos auia, vnos diziendo que los oficiales y sus amigos auian sido traydores y hecho gran maldad en lo prender, y que auian dado ocasión que se perdie- sse toda la tierra (como ha parescido y cada dia paresce), y los otros defendian el contrario, y so- bre esto se mataron e hirieron y mancaron mu- chos españoles vnos a otros, y los oficiales y sus amigos dezian que los que le fauorescian y de- sseauan su libertad eran traydores y los auian de castigar por tales, y defendian que no hablasse ninguno de los que tenian por sospechosos vnos con otros, y en viendo hablar dos hombres juntos hazian información y los prendian hasta saber lo que hablauan, y si se juntauan tres o quatro, luego tocauan al arma y se ponian a punto de pelear y tenian puestas encima del aposento donde estaua preso el gouernador centinelas en dos garitas que descubrían todo el pueblo y el campo, y allende desto trayan hombres que anduuiessen espiando y mirando lo que se hazia y dezia por el pueblo, y de noche andauan treynta hombres armados y to- dos los que topauan en las calles los prendian y procurauan de saber donde yuan y de que mane- ra, y como los alborotos y escándalos eran tantos cada dia y los oficiales y sus valedores andauan