trada que se hizo de la tierra y otras cosas sus- cedidas en ella. Y mando el gouernador que se acabasse.
CAPITULO SETENTA Y QUATRO
COMO EL GOUERNADOR LLEGO CON SU GENTE A LA AS- CENSIÓN Y aquí le prendieron
Dende a quinze días que ouo llegado el g'ouer- nador a la ciudad de la Ascensión, como los oficia- les de Su Magestad le tenían odio por las causas que son dichas, que no les consintia, por ser, como eran, contra el seruicio de Dios y de Su Magestad, assi en auer despoblado el mejor y mas principal puerto de la prouincia con pretencion de se algar con la tierra (como al presente lo están). Y viendo venir al gouernador tan a la muerte y a todos los christianos que con el traya, dia de Sant Marcos se juntaron y confederaron con otros amigos suyos y conciertan de aquella noche prender al gouer- nador, y para mejor lo poder hazer a su saluo di- zen a cien hombres que ellos saben que el gouer- nador quiere tomarles sus haziendas y casas e in- dias y darlas y repartirlas entre los que venían con el de la entrada perdidos, y que aquello era muy gran sin justicia y contra el seruicio de Su Magestad, y que ellos como sus oficiales querían aquella noche yr a requerir en nombre de Su Ma- gestad que no les quitasse las casas, ni ro^as e in- dias, y porque se temían que el gouernador les
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