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nian dentro de la casa metidas hasta el cuello de- baxo de tierra, llenas de vino de maiz, sacaron vi- no en vnas calabacas grandes y les conien(;:aron a dar de beuer. Y los dos orejones le dixéron que a tres jornadas de alli, con vnos indios que llaman Pa3^(;:unoes, estañan ciertos christianos, y dende alli le enseñaron a Tapuaguagu (que es vna peña muy alta y grande) y luego comencaron a venir mu- chos indios muy pintados y emplumados y con ar- cos y flechas a punto de guerra, y el dicho indio- hablo con ellos con mucha aceleración y tomo assi- mismo vn arco y flechas, y embiaua indios que yuan y venian con mensajes, de donde auian co- noscido que hazia llamamiento del pueblo, que de- uia estar cerca de alli, y se juntauan para los ma- tar, y que auia dicho a los christianos que con el' yuan que saliessen todos juntos de la casa y se boluiessen por el mesmo camino que auian traydo,, antes que se juntassen mas indios; a esta sazón es- tañan juntos mas de trezientos, dándolos a enten- der que yuan a traer otros muchos christianos que viuian alli cerca, y que ya que yuan a salir, los in- dios se les ponian delante para los detener y por medio dellos auian salido, y que obra de vn tiro de piedra de la casa, visto por los indios que se yuan,. auian y do tras dellos y con grande grita, tirándo- les muchas flechas los auian seguido hasta los meter por el monte, donde se defendieron. Y los indios, creyendo que alli auia mas christianos, no- osaron entrar tras dellos y los auian. dexado yr y escaparon todos heridos y se tornaron por el pro- pio camino que abrieron, y lo que auian caminado