le confió una entrada á los guaicurúes y á los cacoves; no obstante, Irala dio alientos á los enemigos de Alvar Núñez, logrando que éste abandonase, en Abril de 1544, la conquista de los indios xarayes, y aceleró la conspiración de los oficiales reales que terminó con la prisión del gobernador, empezando para éste la serie de trabajos narrados en los Comentarios y en la Relación que publicaremos. Nombrado gobernador Domingo de Irala, se mostró tan esforzado conquistador como hábil político; en 1545 descubrió el país de los mbayas, y queriendo lograr la protección de D. Pedro la Gasca entró hasta las encomiendas de Peranzures, en Chuquisaca, desde donde envió á Nuflo de Chaves con una comisión que no dió resultado. Mientras se hallaba en esta expedición, ocurrieron graves disturbios en la Asunción; creyendo que había muerto se pensó en la elección de gobernador, cargo que obtuvo Diego Abreu en competencia con D. Francisco de Mendoza, á quien mandó cortar la cabeza. “Se sintió su muerte porque era caballero venerable por sus canas y muchos servicios, y muy ilustre por su cuna„[1].
Vuelto Irala á la Asunción recobró el mando, y veinte hombres enviados por él dieron muerte á Diego de Abreu, que andaba fugitivo. Hábil político y explorador Irala reconoció la provincia de Guairá, de la que sólo se tenían vagas noticias, llegando al salto grande del Paraná y luego al río Pequiri; conociendo la importancia del Guairá
- ↑ Descripción é historia del Paraguay, por D. Félix de Azara.—Madrid, 1847, tomo II, pág. 126.