gente y todos ellos se vinieron a el y el les informo como Su Magestad le embiaua para que les aper- cibiesse y amonestasse que fuessen christianos y rescibiessen la doctrina christiana y creyessen en Dios criador del cielo y de la tierra, y a ser vassa- llos de Su Magestad, y siéndolo serian amparados y defendidos por el gouernadory por los que traya, de sus enemigos y de quien les quisiesse hazer mal, y que siempre serian bien tratados y mirados como Su Magestad lo mandaua que lo hiziesse, y siendo buenos les daria siempre de sus rescates, como siempre lo hazia a todos los que lo eran; y luego mando llamar los clérigos y les dixo como queria luego hazer vna yglesia donde les dixessen misa y los otros oflicios diuinos para exemplo y consola- ción de los otros christianos y que ellos tuuiessen especial cuydado dellos. E hizo hazer vna cruz de madera grande, la qual mando hincar junto a la ri- bera, debaxo de vnas palmas altas, en presencia de los oficiales de Su Magestad y de otra mucha gen- te que alli se hallo presente, y ante el e^criuanp de la prouincia tomo la possession en nombre de Su Magestad como tierra que nueuamente se descu- bría. Y auiendo pacificado los naturales dándoles de sus rescates y otras cosas, mando aposentar los españoles en la ribera de la laguna e junto con ella los indios Guaraníes, a todos los quales dixo y apercibió que no hiziessen daño ni fuerza ni otro mal ninguno a los indios naturales de aquel puer- to, pues eran amigos y vassallos de Su Magestad, y les mando y deffendio no fuessen a sus pueblos y casas, porque la cosa que los indios mas sienten
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