no yzquierda a Ja parte del poniente donde se pier- de el remate del rio del Parag'ua}-, a causa de otros muchos ríos y grandes lagunas que en esta parte están deuididos y apartados, de manera que son tantas las bocas y entradas dellos que aun los in- dios naturales que andan siempre en ellas con sus canoas, con dificultad las conoscen y se pierde[n] muchas vezes por ellos; este rio por donde entro el gouernador le llaman los indios naturales de aque- lla tierra Ygatu, que quiere dezir agua buena, y co- rre a la laguna en nuestro fauor y como hasta en- tonces auiamos ydo agua arriba, entrados en esta lao-una yuamos ao'ua abaxo.
CAPITULO CINQUENTA Y TRES
COMO A LA BOCA DESTE RIO PUSÍEROX TRES CRUZES
En la boca deste rio mando el gouernador po- ner muchas señales de arboles cortados e hizo po- ner tres cruzes altas para que los nauios entrassen por alli tras el y no errassen la entrada por este rio. FuA^mos nauegando a remo tres dias, a cabo de los quales salió del rio y fue nauegando por otros dos bracos del rio que salen de lagunas muy gran- des. Y a ocho dias del mes, vna hora antes del dia llegaron a dar en vnas sierras que están en medio del rio, muy altas y redondas, que la hechura de- llas era como vna campana y siempre 3'endo para arriba ensangostándose.
Estas sierras están peladas y no crian yerua ni árbol ninguno y son bermejas; creemos que tie-