tro, y la culpa de la muerte destos tuuo el que que- do con los vergaiitinesy g-ente aguardando alli, el qual desamparo el puerto y se fue el rio abaxo por do quiso. Y si Juan de Ayolas los hallara adonde los dexo el se embarcara y los otros christianos y los indios no los mataran. Lo qual hizo el Domingo de Yrala con mala intención y porque los indios los matassen, como los mataron, por alearse con la tierra, como después páreselo que lo hizo contra Dios y contra su rey, y hasta 03^ esta algado y ha destruydo y assolado toda aquella tierra y ha do- ze años que la tiene tyrannicamente. Aqui toma- ron los pilotos el altura y dixeron que el puerto es- taua en veynte y vn grados menos vn tercio.
Llegados a este puerto toda la gente del arma- da estaua recogida por ver si podrían auer platica con los indios Payaguaes y saber dellos donde te- nían sus pueblos. Y otro dia siguiente á las ocho de la mañana parescieron a riberas del rio hasta siete indios de los Payaguaes 3^ mando el gouer- nador que solamente les fuessen a hablar otros tantos españoles con la lengua que traA^a para ellos (que para aquel efecto era muy buena) ^ assi llegaron adonde estañan, cerca dellos, que se po- dían hablar y entender vnos a otros 3^ la lengua les dixo que se llegassen mas que se pudiessen platicar porque querían hablarles y assentar la paz con ellos 3' que aquel capitán de aquella gente no era venido á otra cosa, 3- auiendo platicado en esto los indios preguntaron si los christianos que agora nueuamente venian en los vergantines, si eran de los mismos que en el tiempo passado solían andar