cibiendolos que se boluiessen a la obediencia de Su Magestad; que si no lo quisiessen hazer, se lo re- quiriessen, vna y dos y tres vezes _v mas quantas pudiessen, protestándoles que todas las muertes y quemas y daños que en la tierra se hiziessen fue- ssen a su cargo y quenta dellos, y quando no qui- siessen venir a dar la obediencia, que les hiziesse la guerra como contra enemigos y amparando y defendiendo a los indios amigos que estañan en la tierra.
Dende a pocos dias que los religiosos y clé- rigos y los demás dieron su parescer, el mismo ca- pitán Gongalo de Mendoza torno a escreuir otra carta al gouernador, en la qualle hazia saber como los indios Guagani y Tabere, principales, hazian cruel guerra a los indios amigos, corriéndoles la tierra, matándolos y robándolos, hasta llegar al puerto donde estañan los christianos que auian venido defendiendo los bastimentos, y que los in- dios amigos estañan muy fatigados pidiendo cada dia socorro a Gon<;sLo de Alendóla y diziendole que si breuemente no los socorria todos los indios se alearían por escusar la guerra y daños que tan cruel guerra les hazian de contino.
CAPITULO QUARENTA Y UNO
DE COMO EL GOUERXADOR SOCORRIÓ A LOS QUE ESTAÜAN CON GOXCpALO DE MENDOZA
Vista esta segunda carta y las demás quere- llas que dauan los naturales, el gouernador torno