les passauan los dias y gastauan el tiempo en bus- car de comer y que por ser la necessidad tan gran- de de los mantenimientos que no podían dexar de andar todo el dia a buscarlos con sus mugeres e hijos. Y si otra cosa en contrario quisiessen hazer, morirían de hambre, y que sería por demás el tra- bajo que en ello se pusiesse, porque no podrían ve- nir ellos ni sus mugeres e hijos a la doctrina, ni los religiosos estar entre ellos, porque auia poca se- guridad y menos confianza.
CAPITULO TREYXTA Y TRES
DiE LA SENTENCIA QUE SE DIO CONTRA' LOS AGAZES
CON PARESCER DE LOS RELIGIOSOS Y CAPITANES Y
OFFICIALES DE SU MAGESTAD
Después de auer rescebido el gouernador a la obediencia de Su Magestad los indios (como aueys 03^do) mando que le mostrassen el proceso y pro- uan^a que se auia hecho contra los indios Agazes. Y visto por el y por los otros processos que contra ellos se auia hecho, parescio por ellos ser culpa- dos por los robos y muertes que por toda la tierra auian hecho, mostró el processo de sus culpas y la instrucion que tenia de Su Magestad a los clérigos y religiosos, estando presentes los capitanes y oficiales de Su Magestad, y auiendolo muy bien visto todos juntamente, sin discrepar en ninguna cosa, le dieron por parescer que les hiziesse la guerra a fuego y a sangre, porque assi conuenia