auer despoblado el puerto de Buenos Ayres, y para que se tornasse luego a poblar nueuamente el pueblo en la parte mas suficiente y aparejada que les paresciesse a las personas a quien lo come- tió y encargo, porque era cosa muy conuiniente y necessaria hazerse la población y puerto, sin el qual toda la gente española que residía en la pro- uincia y conquista y la que adelante viniesse esta- ua en gran peligro y se perderían, porque las naos que a la prouincia fuesscn derrota batida han de yr a tomar puerto en el dicho rio y alli hazer ver- gantines para subir trezientas y cinquenta leguas el rio arriba, que ay hasta la ciudad de la Ascen- sión, de nauegacion muy trabajosa 3' peligrosa. Los quales dos vergantines partieron a diez y seis dias del mes de Abril del dicho año. Y luego man- do hazer de nueuo otros dos que fornescidos e car- gados de bastimentos y gente partieron a hazer el dicho socorro y a efectuar la fundación del puerto de Buenos Ayres. Y a los capitanes que el go- uernador embio con los vergantines les mando y encargo que a los indios que hauitauan en el rio del Paraná, por donde auian de nauegar, les hi- ziessen buenos tratamientos y los truxessen de paz a la obediencia de Su Magestad, trayendo de lo que en ello hiziessen la razón y relación cierta para anisar de todo a Su Magestad, y proueydo que ouo lo susodicho comento a entender en las cosas que conuenian al seruicio de Dios y de Su Magestad y a la pacificación y sossiego de los na- turales de la dicha prouincia. Y para mejor seruir a Dios y a Su Magestad el gouernador mando lia-
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