sus balsas, mu}^ gran numero y cantidad de los in- dios, y con grande grita y toque de atambores los auian cometido tirándoles muchas flechas y muy cspcssas, juntándose a ellos con mas de dozientas canoas por los entrar y tomar las balsas, para los matar, y que catorze dias con sus noches no auian cessado poco ni mucho de los dar el combate, y que los de tierra no dexauan de les tirar junta- mente (según que los de las canoas) y que tra3^an vnos garfios grandes para en juntándose las balsas a tierra echarles mano y sacarlas a tierra y detenerlos para los tomiar a manos, y con esto era tan grande la bozeria y alaridos que dauan los in- dios que parescia que se juntaua el cielo con la tierra, y como los de las canoas y los de la tierra se remudauan y vnos descansauan y otros pe- leauan con tanta orden que no dexauan de les dar siempre mucho trabajo, donde ouo de los españo- les hasta veynte heridos de heridas pequeñas no peligrosas, y en todo este tiempo las balsas no de- xauan de caminar por el rio abaxo, assi de dia como de noche, porque la corriente del rio como era grande los lleuaua sin que la gente trabajassen mas de en gouernar para que no se llegassen a la tierra, donde estaua todo el peligro, aunque algu- nos remolinos que el rio haze les puso en gran pe- ligro muchas vezes porque traya las balsas a la redonda remolinando, y si no fuera por la buena maña que se dieron los que gouernauan, los remo- linos los hizieran yr a tierra, donde fueran toma- dos y muertos. E yendo en esta forma sin que tu- uiessen remedio de ser socorridos ni amparados,
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