CAPITULO DOS
DE COMO PARTIMOS DE LA YSLA DE CABO VERDE
Remediada el agua de la nao capitana y pro- ueydas las cosas necessarias de agua y carne y otras cosas, nos embarcamos en seguimiento de nuestro viaje y passamos la linea equinocial , e yendo nauegando requirió el maestre el agua quú lleuaua la nao capitana, y de cien botas que metió no halló mas de tres y auian de beuer del las qua- trocientos hombres y tre>nta cauallos. Y vista la necessidad tan grande, el gouernador mandó que tomasse la tierra, y fueron tres dias en demanda della. Y al quarto dia, vn hora antes que amanes- ciesse acaescio vna cosa admirable, y porque no es fuera de proposito la porné aqui, y es que yendo <;on los nauios a dar en tierra en vnas peñas muy altas, sin que lo viesse ni sintíesse ninguna persona de los que venían en los nauios, comenyó a cantar vn grillo, el qual metió en la nao en Cádiz vn solda- do que venia malo, con desseo de oyr la música del grillo, y auia dos meses y medio que nauegaua- rhos y no lo auiamos oydo ni sentido, de lo qual el que lo metió venia muy enojado. Y como aquella mañana sintió la tierra comento a cantar y a ía música del recordó toda la gente de la nao y vie- ron las peñas, que estañan vn tiro de vallesta de la nao, y comentaron a dar boces para que echasscn anclas porque yuamos al traues a dar enlas peñas,
