de tiempo, tan atonitos que ni me hablauan ni acertauan a preguntarme nada. Yo les dixe que me lleuassen adonde estaua su capitan, y assi fuymos media legua de alli donde estaua Diego de Alcaraz, que era el capitan, y despues de auerlo hablado me dixo que estaua muy perdido alli porque auia muchos dias que no auia podido tomar indios y que no auia por donde yr, porque entre ellos començaua a auer necessidad y hambre. Yo le dixe como atras quedauan Dorantes y Castillo, que estauan diez leguas de alli con muchas gentes que nos auian traydo. Y el embio luego tres de cauallo y cinquenta indios de los que ellos trayan y el negro boluio con ellos para guiarlos e yo quede alli y pedi que me diessen por testimonio el año y el mes y dia que alli auia llegado y la manera en que venia, y ansi lo hizieron. Deste rio hasta el pueblo de los christianos, que se llama Sant Miguel, que es de la gouernacion de la provincia que dizen la Nueva Galizia, ay treynta leguas.
Passados cinco dias llegaron Andres Dorantes y Alonso del Castillo con los que auian ydo por ellos y trayan consigo mas de seyscientas personas que eran de aquel pueblo que los christianos auian hecho subir al monte y andauan ascondidos