vna gente que la tercera parte del año no comen sino vnos poluos de paja, y por ser aquel tiempo quando nosotros por alli caminamos, ouimoslo tambien de comer, hasta que acabadas estas jornadas hallamos casas de assiento adonde auia mucho maiz allegado, y dello y de su harina nos dieron mucha cantidad, y de calabaças e frisoles e mantas de algodon, y de todo cargamos a los que alli nos auian traydo e con esto se boluieron los mas contentos del mundo. Nosotros dimos muchas gracias a Dios nuestro Señor por auernos traydo alli, adonde auiamos hallado tanto mantenimiento. Entre estas casas auia algunas dellas que eran de tierra, y las otras todas son de esteras de cañas; y de aqui passamos mas de cien leguas de tierra y siempre hallamos casas de assiento y mucho mantenimiento de maiz y frisoles. Y dauannos muchos venados y muchas mantas de algodon mejores que las de la Nueua España. Dauannos tambien muchas cuentas y de vnos corales que ay en la mar del Sur, muchas turquesas muy buenas que tienen de hazia el Norte, y finalmente dieron aqui todo quanto tenian y a mi me dieron cinco esmeraldas hechas puntas de flechas, y con estas flechas hazen ellos sus areytos y bayles. Y paresciendome a mi que eran muy buenas les pregunte que donde las auian auido, e dixeron que las trayan de vnas sierras muy altas que estan hazia el Norte y las comprauan a trueco de penachos y plumas de papagayos, y dezian que auia alli pueblos de mucha gente y casas muy grandes. Entre estos vimos las mugeres mas honestamente tratadas que a nin-
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