las casas, mas como eran muchas y ellos pocos no pudieron lleuar todo quanto tomaron y mas de la mitad dexaron perdido, y de aqui por la halda de la sierra nos fuymos metiendo por la tierra adentro mas de cinquenta leguas y al cabo dellas hallamos quarenta casas, y entre otras cosas que nos dieron ouo Andres Dorantes vn caxcauel gordo grande de cobre y en el figurado vn rostro, y esto mostrauan ellos que lo tenian en mucho y les dixeron que lo auian auido de otros sus vezinos, e preguntandoles que donde auian auido aquellos, dixeronles que lo auian traydo de hazia el Norte y que alli auia mucho y era tenido en grande estima, y entendimos que do quiera que aquello auia venido auia fundicion y se labraua de vaziado. Y con esto nos partimos otro dia y atrauessamos vna sierra de siete leguas y las piedras della eran de escorias de hierro, y a la noche llegamos a muchas casas que estauan assentadas a la ribera de vn muy hermoso rio y los señores dellas salieron a medio camino a rescebirnos con sus hijos acuestas y nos dieron muchas taleguillas de margarita y de alcohol molido; con esto se vntan ellos la cara; y dieron muchas cuentas y muchas mantas de vacas y cargaron a todos los que venian con nosotros de todo quanto ellos tenian. Comian tunas e piñones; ay por aquella tierra pinos chicos y las piñas dellos[1] son como hueuos pequeños, mas los piñones son mejores que los de Castilla, porque tienen las caxcaras muy delgadas y quando estan verdes
- ↑ En la edición de 1555: dellas.