metimos en las casas que nos tenian hechas, y nosotros no consentimos en ninguna manera que aquella noche hiziessen mas fiesta con nosotros. Toda aquella noche passaron entre si en areytos y bayles, y otro dia de mañana nos traxeron toda la gente de aquel pueblo para que los tocassemos y santiguassemos como auiamos hecho a los otros con quien auiamos estado. Y despues desto hecho dieron muchas flechas a las mugeres del otro pueblo que auian venido con las suyas. Otro dia partimos de alli y toda la gente del pueblo fue con nosotros y como llegamos a otros indios fuymos bien rescebidos, como de los passados, y ansi nos dieron de lo que tenian y los venados que aquel dia auian muerto. Y entre estos vimos vna nueua costumbre y es que los que venian a curarse, los que con nosotros estauan les tomauan el arco y las flechas y çapatos y cuentas, si las trayan, y despues de auerlas tomado nos las trayan delante de nosotros para que los curassemos, y curados se yuan muy contentos diziendo que estauan sanos. Assi nos partimos de aquellos y nos fuymos a otros de quien fuymos muy bien rescebidos y nos traxeron sus enfermos, que santiguandolos dezian que estauan sanos, y el que no sanaua creya que podiamos sanarle, y con lo que los otros que curauamos les dezian, hazian tantas alegrias y bayles que no nos dexauan dormir.
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