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guna gente auia, porque todos eran ydos a sus casas con auer ya cogido las tunas, y que la tierra era muy fria y en ella auia muy pocos cueros. Nosotros, viendo esto, que ya el inuierno y tiempo frio entraua, acordamos de passarlo con estos. A cabo de cinco dias que alli auiamos llegado se partieron a buscar otras tunas a donde auia otra gente de otras nasciones y lenguas. Y andadas cinco jornadas con muy grande hambre, porque en el camino no auia tunas ni otra fruta ninguna, allegamos a vn rio donde assentamos nuestras casas y despues de assentadas fuymos a buscar vna fruta de vnos arboles, que es como hieros, y como por toda esta tierra no ay caminos yo me detuue mas en buscarla, la gente se boluio e yo quedé solo, y veniendo a buscarlos aquella noche me perdi y plugo a Dios que hallé vn arbol ardiendo y al fuego del passé aquel frio aquella noche, y a la mañana yo me cargué de leña y tomé dos tizones y bolui a buscarlos y anduue desta manera cinco dias, siempre con mi lumbre y carga de leña, porque si el fuego se me matasse en parte donde no tuuiesse leña, como en muchas partes no la auia, tuuiesse de que hazer otros tizones y no me quedasse sin lumbre, porque para el frio yo no tenia otro remedio, por andar desnudo como nasci; y para las noches yo tenia este remedio, que me yua a las matas del monte que estaua cerca de los rios y paraua en ellas antes que el sol se pusiesse, y en la tierra hazia vn hoyo y en el echaua mucha leña que se cria en muchos arboles de que por alli ay muy gran cantidad, e juntaua mucha leña