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D e s p e d i d a
D
ESDE el momento de la despedida,mi alma, señor, se quedará contigo;
tú necesitas, siendo el fuerte, abrigo
yo soy feliz si voy por ti aterida.
He de cuidarme porque soy tu vida
y aunque sin mí te llevaré conmigo;
un solo bien en este andar persigo,
que es el de estarme a tu ternura asida,