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El madrigal de los celos
U
N beso, -impalpable beso–,dejé en tu pechera impreso;
no lo llegó el labio a dar,
y es mi mayor embeleso
saber que nadie, por eso,
lo podrá nunca borrar!
Agudo alfiler de celo!
lo clavó mi cruel desvelo
en tu leal corazón;
que uniendo el tuyo y el mío,
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