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¡Madre!
Para tu camino
reflorecido de azahares
Y
o que subí hasta la almenade Jimena:
espejo que fuera otrora
de Esposa, Madre y Señora,
cuando entraba en el Amor
la ley sagrada de honor;
que para dar de ello fé
la encontré
junto de la rueca hilando
y a sus hijas obligando
a usar palabra medida,
cual la hilaza retorcida
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