Si la Iglesia no fuese intolerante, no seria la depositaria de la moral y Religion verdaderas.--En el mismo hecho confesaria que no sabe a que atenerse, que solo vive de posibilidades y que seguramente su creencia no es el pensamiento Divino manifestado á los hombres.
Hay pues necesidad de una moral inmutable para que la armonia de las sociedades no se rompa y caigan en el espantoso caos á que las conduciria la moral antojadiza que cada cual tuviere á bien forjarse.
Para que esa moral no mude es menester una religion infalible; y como solo puede serlo la positiva o revelada que dimana inmediatamente de Dios, hay absúluta necesidad de una Religion intolerante con el vicio y con el error.
Tan cierto es esto, que asi lo proclamaron no solo los grandes sabios del Cristianismo, sino tambien los del paganismo.--Sòcrates, Platon, Aristòteles y Ciceron, afirman que sin el auxilio del Cielo no puede la humanidad estar segura de las verdades que mayormente le interesan.
¿La Iglesia es pues intolerante?--Si lo es; pero con el vicio y la depravacion, con el liberalismo y su séquito de errores y trastornos.
¡Ay del mundo el dia en que cesára esa santa intolerancia!--¡Aquel dia podria contarse como el último de los tiempos!--
Se requieren principios en armonía con los tiempos en que vivimos, y la Iglesia no nos los da;--es otro argumento que se opone.
Cederemos la palabra à un emmente escritor Italiano que dice:
Aqui se oculta una equivocacion peligrosa, que es necesario poner en claro. Es cierto que los tiempos