Esas llagas son, el ateísmo, el materialismo, los libre pensadores, y el indiferentismo.
Los principios morales, el respeto à la Ley, el órden público, el bienestar de las familias, la tranquilidad del hogar, las buenas costumbres en fin, son las directamente atacadas y amenazadas por ese mal. Descubramos pues su gravedad y procuremos que la gangrena no se extienda mas allà de los límites que ha alcanzado.
El ateísmo y el materialismo, se curan solos. En nuestro pais pocos quieren ser iguales á las bestias; compadezcamos pues esas existencias desgraciadas, mirémoslas de soslayo y pasemos.
Los disidentes ó sectarios, son parásitos que si no se asimilan á la sangre que los alimenta, es fàcil destruirlos cortando la epidermis à que estan asidos.
En los libre pensadores, y en los indiferentes es donde reside la fuerza del mal. Estos ùltimos siguen inconcientemente los deliberados movimientos de aquellos y no causarian daño sin el virus que les comunica el liberalismo, ò sea los libre pensadores.
Hemos llegado à la raiz del cáncer que debemos tratar de curar antes que tome mayor desarrollo.
El titulado liberalismo, tiene su oríjen en las impiedades de Voltaire y de Rousseau; es la negacion de Dios, se aproxima al ateísmo en los sentimientos y algo en la propaganda, sus secuaces dicen practicar la religion del deber y no practican ninguna.--La palabra deber de que hacen tanto alarde se amolda à todas las medidas, se estira ò se acorta segun las circunstancias y segun las inclinaciones, tendencias ydisposicion, del sujeto. Si un libre pensador está irritado, su deber es desahogarse; si está ofendido, su deber es vengarse; si le aguijonea un deseo, su deber es satisfacerlo; si está pobre, debe enriquecerse à todo trance; si tiene talento, su deber es enva-