conociese su fin, se conociese á si mismo yal Criador en sus obras y en su esencia, tributándole los homenajes que le son debidos, aprendiendo á moderar sus instintos y esforzándose por alcanzar la perfeccion; - si eso es la inteligencia, entonces nada mas en pugna con la lógica y el buen sentido que la paradoja que combatimos.
Debemos tener presente que la instruccion del hombre, en cuanto tiende al desarrollo de su inteligencia, debe necesariamente propender á mejorarle y hacer de él un miembro útil á la sociedad. - Esto hace la enseñanza religiosa.
Todo otro sistema que se aparte de esta enseñanza produce desengaños sangrientos, por que barbariza al hombre y á los pueblos, antes que civilizarlos. -
Crear escuelas, dice Girardin, sin enseñanza religiosa, es organizar la barbarie, y la peor de todas las barbaries: no la que precede á la civilizacion y la prepara, sinó la que le sigue y es su decadencia y corrupcion.»
Pero no queremos oponer solamente teorias à los que sostienen que la religion es contraria al desarollo de la inteligencia. Vamos á oponerles hechos prácticos é incontestables.
Nadie nos negara que de Alemania, Inglaterra, Italia, Estados Unidos y de la Francia Católica, (para diferenciarla de la Francia anarquista y revolucionaria,) han salido génios que han asombrado al mundo.-Sin embargo esos génios han salido de la escuelas religiosas, esos génios han sido eminentemente religiosos. -
¿Acaso Bacon, Copernico, Colon, Leibnitz, Cervantes, Newton, Pascal, Kepler, Dante, Descartes, Franklin, Bossuet, Fenelon y muchos otros no creian en Dios y adoraban á Jesu-Cristo? Sin embargo todos ellos han sido sabios de primer orden.-Y en este mismo siglo ¿no cuenta la Fé Cristiana entre sus hijos, mil nombres que la ciencia_ha hecho ilustres? Cauchy,