Sr. Ministro interino de Instruccion Pùblica Dr. D. Victorino de la Plaza, que: 2500 escuelas pùblicas y purticulares de enseñanza primaria de ambos sexos, frecuentadas por 130 000 niños, atestiguan los esfuerzos que la República hace para difundir la enseñanza; pero que esto no es todavia sinò el principio de lo que debemos tener, en proporcion à nuestra poblacion y necesidades.
Para coronar el cuadro que presenta el estado de nuestra enseñanza pùblica, debernos hacer mencion del Congreso Pedagògico que tuvo lugar en el Palacio de la Exposicion Continental.
Ciertamente la idea de reunir ese Congreso fue muy conveniente y meritoria, como decia el Dr. Leguizamon; pero, ¿ha llenado el vacioque se sentia en la educacion y à cuyo objeto fuè convocado, ò por el contrario, ha abierto una ancha herida donde solo habia un rasguño?
Tratándose de aquellos que tienen en sus manos el porvenir de nuestra patria, y el honor de nuestros nombres y familias, era de suponer que el Congreso se compusiese de la parte mas sana é ilustrada de nuestra Sociedad, si es que los maestros que allí debian reunirse eran verdaderos maestros, que comprendiesen lo elevado de su mision y lo sublime de su ministerio; y que pudieran contestar de una manera satisfactoria y conveniente á las preguntas que Platon queria se dirijiesen á los maestros antes de confiarles la juventud:
«¿Quien sois? queria Platon que se les preguntase, ¿De donde venis?¿Sois verdaderamente preceptores? ¿Cualesson vuestros títulos à nuestra confianza? ¿Cual es vuestra vida? ¿Cualesvuestrasobras? ¿Cualhasidovuestrajuventud? ¿Quien os ha formado? ¿Cuales han sido vuestros maestros? ¿Cual es vuestra inteligencia, vuestra sabiduria, vuestra instruccion, vuestra prudencia, vuestra firmeza, vuestro carácter, y sobretodo, vuestra vocacion? ¿Cual es vuestro amor á la juventud y