la Religion como base necesaria de toda educacion y enseñanza si no se quiere hundir en un abismo al individuo y à la sociedad; no son ya hombres de aquellos que puedan ser tachados de adictos á los sistemas que se apellidan de opresion y oscurantismo; son hombres conocidos por sus opiniones liberales, distinguidos por su ilustracion, llenos de experiencia adquirida en largos viajes, y cuyas palabras solo pueden ser la expresion de convicciones profundas, hijas de la evidencia de los hechos.
Asi ha querido la Providencia que triunfase la verdad: ha permitido que el hombre ensayase la obra insensata de sustraer á la inteligencia del influjo de la Religion; y la inteligencia se ha prostituido formando monstruosa alianza con el vicio y el crímen. ¡Vergüenza da el decirlo! ¡la instruccion fomentar la maldad!... Para honor del espíritu humano seria de desear que ese hecho lamentable pudiera sepultarse en el olvido; pero los intereses; de la civilizacion, la existencia- misma de ]a sociedad exigen que se le publique en alta voz para eterna confusion de las doctrinas irreligiosas; exigen que se grabe por todas partes en caractéres indelebles la importante verdad de que, allí donde hay instruccion sin religion, allí hay desarrollo de inteligencia sin moralidad, allí hay semillero de vicios y de crímenes, y allí hay, por consiguiente, un enemigo capital de la verdadera civilízacion.
V §.
El mayor bienestar posible para el mayor número posible, dijimos que era otro de los objetos á que debia encaminarse la sociedad, si se queria que la civilizacion, fuese sòlida y verdadera. Desgraciadamente esta es la condicion que mas ha faltado á todas las civilizaciones triste efecto dimanado en parte de