Esto sabe hacer la inteligencia sin moralidad, à tanto alcanza su fuerza: disuelve, disipa, destruye pero no le pidais nada mas; su mision concluye aqui: y se retira luego del teatro de sus hazañas, cediendo el terreno, ó á hombres extraordinarios à quienes envia de vez en cuando la Providencia para la realizacion de grandes destinos, ó á la accion lenta y regeneradora de los antiguos principios, que ocultos en el seno de la sociedad vuelven à germinar y à florecer luego que se retira del campo la hoz destructora. Así ha sucedido siempre, y asi sucederá: tal es el carácter del espíritu del hombre, tal es el ejemplo de la historia, tal es la ley de la humanidad. La inteligencia del hombre solo es fecunda cuando está subordinada á la inteligencia infinita, cuando obedece á su impulso, cuando es su instrumento; y esto solo se verifica cuando la inteligencia no se aparta de los principios eternos de la moral, cuando es vivificada por el espíritu de la Religion, cuando no tiene el necio orgullo de renovar la guerra de los gigantes escalando el cielo, cuando no tiene la insensatez de atribuirse la fuerza omnipotente de aquel que dijo: Hágase la luz y la luz fue hecha.
IV §.
Decia Newton que sin màximas de sana moral no es mas el saber que un hombre especioso y vano: nosotros llevarémos el pensamiento del célebre naturalista mucho mas allá, afirmando que no solo es inutil, sino tambien nocivo; y que cuando el divorcio de la inteligencia y de la moralidad se reduce à sistema, cuando es no solo en el òrden de las acciones, sino tambien en la religion de las ídeas, cuando no es inmoral precisamente el sabio, sino su sabiduria, entonces ha sonado para la sociedad la hora fatal de sus calamidades, entonces se dislocan sus