tas màximas de amor y de fraternidad enseñadas al humano linaje por el augusto Fundador del Cristianismo. Procuraremos formular nuestro pensamiento con la mayor claridad y concision; héle aqui: "Entonces habrá el máximum de la civilizacion cuando coexistan y se combinen en el mas alto grado la mayor inteligencia posible en el mayor número posible, la mayor moralidad posible en el mayor número posible, el mayor bienestar posible en el mayor número posible".
Hé aquí los elementos que han de entrar por necesidad en la verdadera civilizacion; hè aquí la norma para apreciar debidamente cuando los pueblos avanzan ó retroceden; hé aqui una luz para explicar singulares fenómenos de la historia, y para augurar con algunas probabilidades de acierto el porvenir de las naciones. Porque es menester no perderlo de vista: esos elementos existen à veces solos, à veces combinados; á veces predomina uno, á veces otro; y la combinacion se hace de tan distintos modos, son tan varias las graduaciones y matices que ofrece su resultado, sucede con tanta frecuencia que el uno gana à expensas de los otros, que es el mas bello campo que presentarse pueda á la observacion y á la filosofía el seguir en la historia de la humanidad el caràcter de esas combinaciones, con sus causas profundas, sus relaciones delicadas y sus defectos inmensos. . . . . . . . . . . . . . . .
III §.
Inteligencia, moralidad, bienestar, combinados y generalizados dijimos que formaban el bello ideal de la civiJizacion; por manera que à este objeto debe siempre encaminarse la sociedad y con esta regla debe juzgarse de su adelanto ó retroceso. Tan sencilla es esta idea, que parecerla extraño no encontrarla fijada