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Francisco Sosa.
PLEGARIA.
No te pido, Señor, que la riqueza
En mí el tesoro de su bien derrame,
Ni te pido tampoco que me aclame
El mundo, sin rival por mi grandeza.
No imploro que me brinde la belleza
Dulces caricias y en amor me inflame,
Ni que la voz de la mujer me llame
A un cielo sin pesares ni tristeza;
No halle en la vida ni placer ni calma,
Mi cuerpo ya cansado se consuma
En medio de amarguras y dolores;
Mas dame el solo bien que anhela, mi alma:
Que no le pidan á mi pobre pluma
Para otros álbum estudiadas flores.
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