Página:Recordacion Florida Tomo I.pdf/369

Esta página ha sido validada
288 Biblioteca de los Americanistas.

por general costumbre cubrirse la cabeza, dejando desabrigados y descubiertos los pies. Pásanse seis y ocho días con el corto y seco alimento de unas tortillas de maíz que sacan de sus casas para ir á viaje ó al trabajo de las labranzas, sin otra cosa que á este ordinario y mísero sustento acompañe, en que no sé qué otra nación les imite. Y lo que más admira, y prueba la constancia suya en sufrir los trabajos corporales,[1] es en lo que todas las mujeres de esta nación estilan en sus partos; porque, al tiempo del instante en que salen á luz sus criaturas, las recogen en la misma ropa, con las parias y desaseos con que nacen, y se encaminan á los ríos, donde se bañan, y purifican con todo esmero los infantes, y vuelven á sus casas regocijadas y alegres, y se acuestan en sus lechos que llaman tapescos, que son tejidos ó formados de varas, habiendo debajo la suficiente braza que las calienta y provoca á sudor copioso; á cuya evacuación, y la ordinaria de las paridas, ayuda la poción que toman, compuesta de chile, cordoncillo y otros brebajes que llaman suchiles; pero este regalo ó descanso les dura tres días, y á lo más cuatro, y luégo se vuelven á la piedra de moler y otros oficios caseros. El modo de criar los hijos es fajándolos contra una tabla, desde el pecho hasta los pies; por cuya causa todos los indios tienen las cabezas de la parte de atrás llanas y aplastadas. Pende del cabezal de la tabla un arquillo, sobre que ponen un lienzo, que cubriendo el cuerpecito de la criatura los defiende de las moscas y polvo y viento. Estas tablillas acomodan en las gasas de dos sogas que penden de las vigas, para poderlos arrullar y mecer á la manera que á nosotros en las cunas.

Los numerosos y útiles pueblos que á las goteras casi de la ciudad de Goathemala se hallan fundados, y le son sin disputa provechosos, son veintiocho excelentes y abundantes; estando algunos dellos destinados para cortadores de las carnicerías, y otros para el cuidado y aderezo de las aseadas y seguras tarjeas de las aguas de San Joan Gascón,

  1. Torquemada, segunda parte, lib. XVI, fol. 483.